"Voy a hablar bastante más que del sector agropecuario." Así comenzó su disertación el analista económico Javier González Fraga, ex presidente del Banco Central de la República Argentina.
La conferencia se centró en tres aspectos referidos al ruralismo nacional.
En primera instancia, a la política económica actual en la Argentina. Más adelante dio su impresión sobre la crisis financiera global y sus posibles consecuencias. Finalmente destacó la importancia que adoptó la agenda del campo a partir de lo sucedido en los últimos meses.
Empezó explicando, desde su punto de vista, sobre los aciertos y desaciertos en materia económica en nuestro país.
"Antes de la crisis de 2001, el producto bruto venía en un sube y baja, con descensos superiores al 3%. Jamás en los últimos 100 años crecimos 5 seguidos, mucho menos 7, como se viene dando ahora, entonces estamos ante un cambio importante. Además, la Argentina, siendo uno de los países que menos se benefició por los precios de los commodities, fue el que más creció, después de China", manifestó.
Por otra parte, se refirió al desarrollo de la economía nacional a partir de 2006: "Kirchner se convirtió en el ministro de Economía y ahí vinieron los cambios en la Secretaría de Comercio y la Oncca. También, las prohibiciones primero, las limitaciones a la exportación, después. El aislamiento del resto del mundo, más la dependencia excesiva de Chávez. Otra cosa son los subsidios, que generan un debilitamiento fiscal y producen dudas sobre nuestra capacidad de repago".
Un aspecto troncal de la conferencia de González Fraga fue la crisis internacional: "Esta situación está cargada de psicología. Es importante ver en qué momento los jugadores en los mercados empezarán a pensar esto en términos keynesianos, quién va a influir para que otro crea que es el momento de comprar", sostuvo.
Sobre el final de su disertación, el analista abordó los aspectos referidos más directamente a la situación agropecuaria nacional, resaltando también su condición de productor tambero: "El campo enfrenta una espectacular oportunidad, pero nada relacionado con la coyuntura internacional, sino porque el campo instaló su agenda en la de los políticos de la Argentina, logró convencer a todos los candidatos de las próximas décadas de la importancia política y económica del sector y, por lo tanto, de adoptar una estrategia, no sólo agropecuaria, sino agroindustrial", añadió.
De esta manera afirmó que nuestro país tiene la posibilidad de erigirse en una potencia mundial en esta materia: "No tengo dudas. Estamos ante un futuro de la agroindustria integrado a la estrategia nacional de crecimiento, cosa que no se podría haber dicho en los últimos 30 años, cuando el campo era un abastecedor de divisas y de impuestos.
Hoy, la dirigencia del campo debería mantener la protesta, evitando las confrontaciones, además, debería colocar representantes en todas las listas electorales", remarcó.
Finalmente, concluyó destacando la importancia de tener a Brasil como un país vecino: "La caída de rentabilidad hay que combatirla con mayor productividad, siendo austeros a la hora de invertir. Debemos convencernos que nuestro destino es acompañar a Brasil, que ser transformará en una potencia, pero nosotros debemos ser el Canadá de esa potencia".
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