Ya conocerán el revuelo causado por el Investigador Carrasco, el cual supuestamente (digo supuestamente porque nunca apareció) presentó un estudio sobre los efectos nocivos del Glifosato el cuál ya hemos comentado en su momento.
En esta oportunidad quiero destacar cómo el Ministro de Ciencia y Tecnología quiere ahora despegar al CONICET del estudio para no ensuciar la trayectoria del organismo.
En relación a la polémica suscitada por el estudio del doctor Andrés Carrasco, el Ministro de Ciencia y Tecnología de la Nación, doctor Lino Barañao, dijo que no es un estudio encargado por el CONICET: “Esto es simplemente la comunicación de un investigador particular y no ha sido sometido a juicio por un panel de expertos ni nada por el estilo”, afirmó.
El Ministro formuló esa declaración al Programa “El Campo, la Industria Verde” que se emite por América 24. Se lo consultó, en particular, y sostuvo que los supuestos "resultados no son directamente extrapolables a lo que podría ocurrir en la situación de campo, es decir, que una sustancia puesta en contacto directo con un tejido puede tener efectos que no se verifican cuando esto se da en condiciones ambientales normales”.
Por otra parte, según la Resolución 350/99 del SENASA, el principio activo glifosato en su uso normal está dentro del grupo de activos de improbable riesgo agudo. El glifosato está clasificado en la Categoría de Menor Riesgo Toxicológico (Clase IV), es decir, productos que normalmente no ofrecen peligro, según el criterio adoptado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la FAO.
Es hoy un herbicida utilizado en todo el mundo, clasificado como de baja toxicidad y, además, es un elemento clave para el sistema de implantación de cultivos sin roturación mecánica del suelo, más conocido como Siembra Directa (SD).
De ese modo, el glifosato está ligado al control de la erosión, a una menor compactación del suelo, al aumento de la fertilidad, a la conservación de los recursos hídricos, a la economía en maquinarias y combustibles y, como consecuencia, a la reducción en la emisión de dióxido de carbono.
Distintas formulaciones de glifosato se han utilizado comercialmente en agricultura en los últimos 33 años en todo el mundo, lo cual permite confirmar el historial de seguridad de este herbicida, ratificado por su aprobación en los Estados Unidos ante la EPA (Environmental Protection Agency) y por su inclusión en el Anexo I de la Directiva 91/414/CE (Comunidad Europea).
En la actualidad, las formulaciones de glifosato se comercializan en 140 países.
Se ha demostrado, por medio de diferentes análisis, que el glifosato no presenta efectos nocivos sobre la fauna (mamíferos, aves), microfauna (artrópodos), ni sobre la salud humana, ni tiene efectos inaceptables para el ambiente, cuando es empleado correctamente para los fines previstos en su etiqueta.
No existen al momento, en Argentina o en el mundo, estudios científicos serios que cuestionen o invaliden ninguno de los múltiples estudios realizados.
Creo que a esta altura ya damos por cerrado este tema.
Saludos y hasta la próxima.
CPN MONJO FERNANDO
PROYECTO LITORAL
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